Archive for mayo 2014
Nos dedicamos a la fotografía documental, a nuestras costumbres, manías y vicios, más adelante no se sabe...
COLECTIVO NEBLINA
Nace de la unión de esfuerzos de un puñado de amantes de la fotografía cajamarquinos, creyentes en el poder de la fotografía documental como medio de generación de identidad y de denuncia.
Creemos que la diversidad trae grandes beneficios para el descubrimiento y entendimiento de la realidad, es por eso que cada uno de nosotros posee una visión distinta de la sociedad, fotografía... y estética y por lo tanto una manera propia de interpretarla.
Nos dedicamos a la fotografía documental. De momento a nuestras costumbres, manías y vicios, más adelante no se sabe. Creemos en el poder del documental a través de ensayos e historias fotográficas que nos ayuden a comprender a la sociedad y a la naturaleza del ser humano, las expresiones reales y los comportamientos honestos.
COLECTIVO NEBLINA
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COLECTIVO NEBLINA
Nace de la unión de esfuerzos de un puñado de amantes de la fotografía cajamarquinos, creyentes en el poder de la fotografía documental como medio de generación de identidad y de denuncia.
Creemos que la diversidad trae grandes beneficios para el descubrimiento y entendimiento de la realidad, es por eso que cada uno de nosotros posee una visión distinta de la sociedad, fotografía... y estética y por lo tanto una manera propia de interpretarla.
Nos dedicamos a la fotografía documental. De momento a nuestras costumbres, manías y vicios, más adelante no se sabe. Creemos en el poder del documental a través de ensayos e historias fotográficas que nos ayuden a comprender a la sociedad y a la naturaleza del ser humano, las expresiones reales y los comportamientos honestos.
www.supayfotos.com Colectivo de fotografía (Perú). Ernesto Benavides, Max Cabello, Roberto Cáceres, Marco Garro, Adrián Portugal y Giancarlo Shibayama.
Descripción
Somos un colectivo de fotógrafos peruanos unidos por nuestro compromiso con la fotografía, en la que creemos como herramienta de investigación, interpretación y difusión de nuestra cultura. Nuestro objetivo es dar a conocer las historias y personajes que nos cautivan, gente que crea su propio mundo, o que persigue un sueño y trata de construirlo a su manera. En una sociedad llena de violencia y be...lleza como la peruana, encontramos valioso lo que muchas historias nos transmiten, por eso queremos compartirlo con los demás, esforzándonos en dar un punto de vista propio: honesto y subjetivo a la vez.
Sobre "Supay"
Los Incas llamaban Supay a espíritus que podían ser buenos o malos, traviesos o protectores. Al llegar los conquistadores españoles, tradujeron la lengua quechua al castellano desde su punto de vista, el de la religión católica. Así, estos antiguos espíritus o pequeños dioses incas, por ser profanos y diferentes al nuevo dios oficial, estos supays pasaron a significar directamente “diablos”, o “demonios”.
Supay es un diablo que alguna vez pudo ser un ángel. Es algo incierto que debido a una mezcla de culturas, es dos cosas a la vez, y dos cosas opuestas. Aunque viéndolo bien, tal vez tengan más cosas en común de lo que pensamos. Supayfotos se llama así porque es una búsqueda de este significado, ya no a través de gastadas y contradictorias palabras, sino a través de imágenes del presente.
SUPAY FOTOS
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www.supayfotos.com Colectivo de fotografía (Perú). Ernesto Benavides, Max Cabello, Roberto Cáceres, Marco Garro, Adrián Portugal y Giancarlo Shibayama.
Descripción
Somos un colectivo de fotógrafos peruanos unidos por nuestro compromiso con la fotografía, en la que creemos como herramienta de investigación, interpretación y difusión de nuestra cultura. Nuestro objetivo es dar a conocer las historias y personajes que nos cautivan, gente que crea su propio mundo, o que persigue un sueño y trata de construirlo a su manera. En una sociedad llena de violencia y be...lleza como la peruana, encontramos valioso lo que muchas historias nos transmiten, por eso queremos compartirlo con los demás, esforzándonos en dar un punto de vista propio: honesto y subjetivo a la vez.
Sobre "Supay"
Los Incas llamaban Supay a espíritus que podían ser buenos o malos, traviesos o protectores. Al llegar los conquistadores españoles, tradujeron la lengua quechua al castellano desde su punto de vista, el de la religión católica. Así, estos antiguos espíritus o pequeños dioses incas, por ser profanos y diferentes al nuevo dios oficial, estos supays pasaron a significar directamente “diablos”, o “demonios”.
Supay es un diablo que alguna vez pudo ser un ángel. Es algo incierto que debido a una mezcla de culturas, es dos cosas a la vez, y dos cosas opuestas. Aunque viéndolo bien, tal vez tengan más cosas en común de lo que pensamos. Supayfotos se llama así porque es una búsqueda de este significado, ya no a través de gastadas y contradictorias palabras, sino a través de imágenes del presente.
Sobre "Supay"
Los Incas llamaban Supay a espíritus que podían ser buenos o malos, traviesos o protectores. Al llegar los conquistadores españoles, tradujeron la lengua quechua al castellano desde su punto de vista, el de la religión católica. Así, estos antiguos espíritus o pequeños dioses incas, por ser profanos y diferentes al nuevo dios oficial, estos supays pasaron a significar directamente “diablos”, o “demonios”.
Supay es un diablo que alguna vez pudo ser un ángel. Es algo incierto que debido a una mezcla de culturas, es dos cosas a la vez, y dos cosas opuestas. Aunque viéndolo bien, tal vez tengan más cosas en común de lo que pensamos. Supayfotos se llama así porque es una búsqueda de este significado, ya no a través de gastadas y contradictorias palabras, sino a través de imágenes del presente.
STEPHEN FERRY: Una visión personal de la fotografía de no ficción.
Me alegra tener esta oportunidad de conversar con ustedes acerca de la fotografía no ficción.
Espero que este espacio sirva para nutrir una conversación entre reporteros gráficos, editores, periodistas, fotógrafos documentales y todos los que adoren a la fotografía.
Articulo completo...
STEPHEN FERRY
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Me alegra tener esta oportunidad de conversar con ustedes acerca de la fotografía no ficción.
Espero que este espacio sirva para nutrir una conversación entre reporteros gráficos, editores, periodistas, fotógrafos documentales y todos los que adoren a la fotografía.
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Presentamos el cortometraje "Chungui, al sureste del olvido" realizado por Max , Roberto y Adrian .
Chungui · Al sureste del olvido
Dirigido: por Max Cabello
Guión: Roberto Cáceres
Dirección de Fotografía: Adrián Portugal
Chungui, Ayacucho, Perú
Octubre del 2013
Chungui · Al sureste del olvido from Cortabolas on Vimeo.
Cortometraje "Chungui, al sureste del olvido"
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Chungui · Al sureste del olvido
Dirigido: por Max Cabello
Guión: Roberto Cáceres
Dirección de Fotografía: Adrián Portugal
Chungui, Ayacucho, PerúDirigido: por Max Cabello
Guión: Roberto Cáceres
Dirección de Fotografía: Adrián Portugal
Octubre del 2013
Chungui · Al sureste del olvido from Cortabolas on Vimeo.
Peruano obtuvo el premio en la categoría imagen periodística.
El fotógrafo peruano Esteban Félix , corresponsal de AssociatedPress (AP) en Nicaragua, obtuvo el premio “Gabriel García Márquez”, el mismo que entregó la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) en Medellín, Colombia.
Así, el valor nacional recibió tal reconocimiento en la categoría imagen periodística por su trabajo denominado "Azúcar Amargo", una serie fotográfica sobre una misteriosa epidemia que mata a miles de personas cada año.
“Mi mayor reto ha sido enfrentarme a la desesperación de las personas por ser escuchadas. Estas personas después de trabajar, durante cierta cantidad de años en el ingenio, mueren por insuficiencia renal crónica y las causas todavía no están muy claras. No se sabe todavía si es por la exposición al calor o por falta de consumo de agua”, comentó Félix al enterarse del premio.
Fotógrafo peruano Esteban Félix recibió premio Gabriel García Márquez
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Peruano obtuvo el premio en la categoría imagen periodística.
El fotógrafo peruano Esteban Félix , corresponsal de AssociatedPress (AP) en Nicaragua, obtuvo el premio “Gabriel García Márquez”, el mismo que entregó la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) en Medellín, Colombia.
Así, el valor nacional recibió tal reconocimiento en la categoría imagen periodística por su trabajo denominado "Azúcar Amargo", una serie fotográfica sobre una misteriosa epidemia que mata a miles de personas cada año.
“Mi mayor reto ha sido enfrentarme a la desesperación de las personas por ser escuchadas. Estas personas después de trabajar, durante cierta cantidad de años en el ingenio, mueren por insuficiencia renal crónica y las causas todavía no están muy claras. No se sabe todavía si es por la exposición al calor o por falta de consumo de agua”, comentó Félix al enterarse del premio.
El fotógrafo peruano Esteban Félix , corresponsal de AssociatedPress (AP) en Nicaragua, obtuvo el premio “Gabriel García Márquez”, el mismo que entregó la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) en Medellín, Colombia.
Así, el valor nacional recibió tal reconocimiento en la categoría imagen periodística por su trabajo denominado "Azúcar Amargo", una serie fotográfica sobre una misteriosa epidemia que mata a miles de personas cada año.
“Mi mayor reto ha sido enfrentarme a la desesperación de las personas por ser escuchadas. Estas personas después de trabajar, durante cierta cantidad de años en el ingenio, mueren por insuficiencia renal crónica y las causas todavía no están muy claras. No se sabe todavía si es por la exposición al calor o por falta de consumo de agua”, comentó Félix al enterarse del premio.
Morfi Jiménez y las postales que no has visto de Iquitos
En el MAC, fotógrafo limeño monta en escena la vida cotidiana de los personajes de una ciudad marginal y sorprendente.
"Niños trabajadores del cementerio Punchana", uno de las fotografías de Morfi Jiménez que se exponen en el MAC. (Fotos: Morfi Jiménez)
ENRIQUE PLANAS
Estaba fotografiando el barrio de Belén cuando un niño le apuntó con una pistola de juguete. Era un juego, por supuesto, pero había algo sobrecogedor en el rostro del pequeño que rastrillaba su arma de plástico y lo encañonaba sin sonreír. Morfi Jiménez apuntó a su vez su cámara hacia ese niño de quizás 6 años y, de pronto, otros cinco se acercaron igualmente armados para salir en la foto. Disparó dos veces antes de que la pequeña pandilla armada se dispersara tan rápido como apareció. El resultado da miedo: tienen la muerte en sus ojos.
Para el fotógrafo limeño, que mañana inaugura su muestra en el Museo de Arte Contemporáneo, aquella es una de sus fotografías favoritas. Los que la han visto creen que fue una imagen preparada, pero Jiménez lo niega enfático. “Ni dirigiendo actores me hubiera salido tan real”, afirma.
"Carnaval en San Juan". (Fotografía: Morfi Jiménez)
“La gran comedia de la vida” es el título de esta exposición, que forma parte de la gran vitrina de la Bienal de Fotografía de Lima. Un título que habla de la acostumbrada teatralidad de las imágenes de Jiménez, pero también de la digna manera en que los iquiteños enfrentan con alegría y una cerveza sus duras condiciones de vida.
Se trata, como señala el fotógrafo, de un trabajo que ha ido evolucionando durante los últimos cuatro años, en cuatro largos viajes a la capital de la Amazonía. Con esta serie, Jiménez se desmarca del trabajo que lo hizo conocido, sus expresionistas retratos a los pobladores andinos y profundiza en imágenes en las que la saturación del color no es solo una estética, sino un claro componente de la narrativa visual.
“Este es mi último proyecto pintando fotos. Tuve una muy temprana inquietud de pintor, siempre veía las fotografías en blanco y negro como lienzos a la mitad. En el caso de esta serie sobre Iquitos, el color es un elemento más para contar una historia”, cuenta el artista.
"La gran comedia de la vida". (Fotografía: Morfi Jiménez)
“Caí en Iquitos para trabajar fotografía comercial contratado por una petrolera. Estuve unos días allá y, definitivamente, el compartir con la gente hizo darme cuenta de que había muchas historias que contar. Yo me considero un técnico que le gusta contar historias, tomando elementos de la realidad y reinterpretándolos a través del color y la luz”, explica.
Curiosamente, era la primera vez que este fotógrafo visitaba la selva. “Por mi abuela, crecí muy vinculado a los Andes. Pero mi imaginario no llegaba más allá. Al llegar a Iquitos, me sentí atraído por las historias cotidianas y los personajes. Es el eje que mueve mi trabajo”, afirma.
Al inicio, su proceso partió de su zona de comodidad: los retratos fijos, con el personaje mirando a la cámara, siempre con una luz dramática. “Es algo que no puedo evitar. Me gusta el volumen, el claroscuro, recrear la sensación que experimenté con esa persona”, dice.
EL DESCUBRIMIENTO DE IQUITOS
Sin embargo, conforme pasaban los días de aquel primer viaje, intentó ser más selectivo con sus personajes. Más allá del aspecto físico, intentó profundizar en las historias. Y fue entonces que conoció a Sonia, una ex prostituta convertida en ‘madame’, con la que trabó relación por varios días. Entró a su casa, conoció a su familia y, finalmente, los familiarizó con su cámara y su equipo de iluminación. “Lo primero que hago es adaptarme, luego entro al espacio y rompo el hielo para dejar que ellos me lleven”, cuenta.
Ese primer viaje concluyó con un retrato de Sonia en un momento de intimidad con su asistente. “Mucha gente observa la fotografía y piensa que es el retrato de una madre con su hijo. Sin embargo, es la imagen de una prostituta con su chulo. Fue una situación tan espontánea, tan cómplice, que en verdad sentí que me había vuelto invisible. Esa foto fue para mí un punto de partida. Entendí entonces que la selva era mucho más que retratos mirando a la cámara”, afirma Jiménez.
OTROS DESCUBRIMIENTOS
"El cultivo de los muertos". (Fotografía: Morfi Jiménez)
En sus siguientes viajes, el fotógrafo salió en busca de nuevas historias: las de los niños jugando a ser asesinos; la del cantante de nueva ola y sus dos hijos travestis; la de la bailarina y su madre que administra el dinero; la camaradería de las prostitutas mayores; la de los niños que trabajan en el cementerio sembrando de flores las tumbas y el desmadre del carnaval. En todas estas situaciones, Jiménez coloca sus luces, se enfrasca en largas conversaciones con sus personajes y logra que se acostumbren a él y a su equipo.
“Después de estos productivos viajes, ¿qué imagen de Iquitos se revela en su trabajo?”, preguntamos. Para Jiménez, la fotografía colocada al ingreso de la muestra resulta un buen símbolo: es la imagen de la entrada del burdel, en cuyo cartel puede leerse: “Bienvenidos al Imancito, ¡buen provecho con el polvaso [sic]!”. “Para mí, eso es Iquitos: esa forma de decirte las cosas a la cara, con humor y sin tapujos. Eso es lo que más me gusta de la ciudad: Su naturalidad para decir las cosas”, añade.
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Morfi Jiménez y las postales que no has visto de Iquitos
En el MAC, fotógrafo limeño monta en escena la vida cotidiana de los personajes de una ciudad marginal y sorprendente.
"Niños trabajadores del cementerio Punchana", uno de las fotografías de Morfi Jiménez que se exponen en el MAC. (Fotos: Morfi Jiménez)
ENRIQUE PLANAS
Estaba fotografiando el barrio de Belén cuando un niño le apuntó con una pistola de juguete. Era un juego, por supuesto, pero había algo sobrecogedor en el rostro del pequeño que rastrillaba su arma de plástico y lo encañonaba sin sonreír. Morfi Jiménez apuntó a su vez su cámara hacia ese niño de quizás 6 años y, de pronto, otros cinco se acercaron igualmente armados para salir en la foto. Disparó dos veces antes de que la pequeña pandilla armada se dispersara tan rápido como apareció. El resultado da miedo: tienen la muerte en sus ojos.
Para el fotógrafo limeño, que mañana inaugura su muestra en el Museo de Arte Contemporáneo, aquella es una de sus fotografías favoritas. Los que la han visto creen que fue una imagen preparada, pero Jiménez lo niega enfático. “Ni dirigiendo actores me hubiera salido tan real”, afirma.
Para el fotógrafo limeño, que mañana inaugura su muestra en el Museo de Arte Contemporáneo, aquella es una de sus fotografías favoritas. Los que la han visto creen que fue una imagen preparada, pero Jiménez lo niega enfático. “Ni dirigiendo actores me hubiera salido tan real”, afirma.
"Carnaval en San Juan". (Fotografía: Morfi Jiménez)
“La gran comedia de la vida” es el título de esta exposición, que forma parte de la gran vitrina de la Bienal de Fotografía de Lima. Un título que habla de la acostumbrada teatralidad de las imágenes de Jiménez, pero también de la digna manera en que los iquiteños enfrentan con alegría y una cerveza sus duras condiciones de vida.
Se trata, como señala el fotógrafo, de un trabajo que ha ido evolucionando durante los últimos cuatro años, en cuatro largos viajes a la capital de la Amazonía. Con esta serie, Jiménez se desmarca del trabajo que lo hizo conocido, sus expresionistas retratos a los pobladores andinos y profundiza en imágenes en las que la saturación del color no es solo una estética, sino un claro componente de la narrativa visual.
“Este es mi último proyecto pintando fotos. Tuve una muy temprana inquietud de pintor, siempre veía las fotografías en blanco y negro como lienzos a la mitad. En el caso de esta serie sobre Iquitos, el color es un elemento más para contar una historia”, cuenta el artista.
"La gran comedia de la vida". (Fotografía: Morfi Jiménez)
“Caí en Iquitos para trabajar fotografía comercial contratado por una petrolera. Estuve unos días allá y, definitivamente, el compartir con la gente hizo darme cuenta de que había muchas historias que contar. Yo me considero un técnico que le gusta contar historias, tomando elementos de la realidad y reinterpretándolos a través del color y la luz”, explica.
Curiosamente, era la primera vez que este fotógrafo visitaba la selva. “Por mi abuela, crecí muy vinculado a los Andes. Pero mi imaginario no llegaba más allá. Al llegar a Iquitos, me sentí atraído por las historias cotidianas y los personajes. Es el eje que mueve mi trabajo”, afirma.
Al inicio, su proceso partió de su zona de comodidad: los retratos fijos, con el personaje mirando a la cámara, siempre con una luz dramática. “Es algo que no puedo evitar. Me gusta el volumen, el claroscuro, recrear la sensación que experimenté con esa persona”, dice.
EL DESCUBRIMIENTO DE IQUITOS
Sin embargo, conforme pasaban los días de aquel primer viaje, intentó ser más selectivo con sus personajes. Más allá del aspecto físico, intentó profundizar en las historias. Y fue entonces que conoció a Sonia, una ex prostituta convertida en ‘madame’, con la que trabó relación por varios días. Entró a su casa, conoció a su familia y, finalmente, los familiarizó con su cámara y su equipo de iluminación. “Lo primero que hago es adaptarme, luego entro al espacio y rompo el hielo para dejar que ellos me lleven”, cuenta.
Ese primer viaje concluyó con un retrato de Sonia en un momento de intimidad con su asistente. “Mucha gente observa la fotografía y piensa que es el retrato de una madre con su hijo. Sin embargo, es la imagen de una prostituta con su chulo. Fue una situación tan espontánea, tan cómplice, que en verdad sentí que me había vuelto invisible. Esa foto fue para mí un punto de partida. Entendí entonces que la selva era mucho más que retratos mirando a la cámara”, afirma Jiménez.
OTROS DESCUBRIMIENTOS
"El cultivo de los muertos". (Fotografía: Morfi Jiménez)
En sus siguientes viajes, el fotógrafo salió en busca de nuevas historias: las de los niños jugando a ser asesinos; la del cantante de nueva ola y sus dos hijos travestis; la de la bailarina y su madre que administra el dinero; la camaradería de las prostitutas mayores; la de los niños que trabajan en el cementerio sembrando de flores las tumbas y el desmadre del carnaval. En todas estas situaciones, Jiménez coloca sus luces, se enfrasca en largas conversaciones con sus personajes y logra que se acostumbren a él y a su equipo.
“Después de estos productivos viajes, ¿qué imagen de Iquitos se revela en su trabajo?”, preguntamos. Para Jiménez, la fotografía colocada al ingreso de la muestra resulta un buen símbolo: es la imagen de la entrada del burdel, en cuyo cartel puede leerse: “Bienvenidos al Imancito, ¡buen provecho con el polvaso [sic]!”. “Para mí, eso es Iquitos: esa forma de decirte las cosas a la cara, con humor y sin tapujos. Eso es lo que más me gusta de la ciudad: Su naturalidad para decir las cosas”, añade.
Martín Chambi Jiménez nnacio en Puno, Perú 5 de noviembre de 1891 y falleció el 13 de septiembre de 1973, Fue un fotógrafo indígena nacido en Coaza, Provincia de Carabaya, al norte del Lago Titicaca, en Perú.Es considerado una de las grandes figuras de la fotografía. Reconocido por sus fotos de profundo testimonio biologico y étnico, ha retratado profundamente a la población peruana, tanto a los indígenas como a la población en general.
Es arriesgado insistir demasiado en el valor testimonial de sus fotos. Ellas lo tienen, también, pero ellas lo expresan a él tanto como al medio en que vivió y atestiguan (...) que cuando se ponía detrás de una cámara se volvía un gigante, una verdadera fuerza inventora, recreadora de la vida.
Martín Chambi buscó siempre saber más de su oficio, aprender de sus mayores en Arequipa donde muy joven conoció a los hermanos Vargas, en el Cuzco, en Lima o en el extranjero.
Siempre orgulloso de sus raíces andinas, Martin Chambi uno de los grandes maestros de la fotografía y una gran influencia para mi.
Vídeo completo:
"Martin Chambi" gran maestro.
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Martín Chambi Jiménez nnacio en Puno, Perú 5 de noviembre de 1891 y falleció el 13 de septiembre de 1973, Fue un fotógrafo indígena nacido en Coaza, Provincia de Carabaya, al norte del Lago Titicaca, en Perú.Es considerado una de las grandes figuras de la fotografía. Reconocido por sus fotos de profundo testimonio biologico y étnico, ha retratado profundamente a la población peruana, tanto a los indígenas como a la población en general.
Es arriesgado insistir demasiado en el valor testimonial de sus fotos. Ellas lo tienen, también, pero ellas lo expresan a él tanto como al medio en que vivió y atestiguan (...) que cuando se ponía detrás de una cámara se volvía un gigante, una verdadera fuerza inventora, recreadora de la vida.
Martín Chambi buscó siempre saber más de su oficio, aprender de sus mayores en Arequipa donde muy joven conoció a los hermanos Vargas, en el Cuzco, en Lima o en el extranjero.
Siempre orgulloso de sus raíces andinas, Martin Chambi uno de los grandes maestros de la fotografía y una gran influencia para mi.
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